Amig@s bloguer@s, fantásticos lectores, si es que las celebran,
¡FELICES FIESTAS!
Y si no, que tengan una buena noche de café -o cualquier otro trago- y lluvia (han de saber que en la parte de México de donde soy, es un día muy frío y no ha dejado de llover) :)
¡Besos y abrazos!
De pronto me descubrí rodeada de amor: el amor no era una persona, ni un momento, ni era solo yo; me encontré en el corazón de un gran torbellino, El Torbellino, en pleno abrazo del mundo.
Miré hacia el cielo y pude confundirlo, con relativa facilidad, con los grises charcos que se habían formado a raíz de la intensidad de la lluvia al impactar con los surcos de la tierra. Y entonces quise sentir mis pies, mis manos, la piel, la abertura que es mi boca... pero ya nada era. Y lo cierto es que ya nada es lo que era. Y conmigo, así está bien.
Desde hace mucho tiempo que me siento en conexión constante y, lo sé, lo sé, solo me basta abrir y cerrar los ojos para reconocerme, para reconocerte, para mirar directamente a los incontables ojos del universo. Y, de igual forma, para recibir de vuelta la mirada de los astros, como un abrazo que me surge desde dentro.
Que estas festividades, sean el pretexto perfecto para dar y recibir libros y estar con aquell@s a quienes amamos ♥