Autor: Daniel Glattauer.
Editorial: Alfaguara.
Género: Romántica adulta.
Edición: 2010 y 2011.
Páginas: 264 y 280.
Precio: $219 y $239.
Un poco de la sinopsis de…
Contra el viento del norte: En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás.
Cada siete olas: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada…
Contra el viento del norte: En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás.
Cada siete olas: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada…
Mi opinión: Contra el viento del norte se desarrolla en 10 capítulos, mientras que Cada siete olas en 19, y he de decir que no sólo este número diferencia ambos tomos, pero que es lo que justamente desarrollaré a continuación…
He hallado dos cosas que une a las dos partes de la historia de Emmi y Leo: obviamente el autor, evidentemente los personajes; pero sin duda, que los títulos y las cubiertas resultan atrayentes. Y creo que es todo lo que podría asemejar ambas entregas, porque tal parece que he leído a un autor diferente para la segunda parte; ¡No, no, no! Lo siento, más bien a un autor terriblemente igual, que lamentablemente no ha podido superarse así mismo.
Aunque en realidad supongo que no ayudó nada que terminando de leer el primero, y por la emoción que me provocó, corrí a refugiarme en las páginas de su continuación, quizá debí esperar más tiempo, aunque también es cierto que confío en mi abstracción más no en mi intuición, pues fui lanzada de aquellas páginas con un golpe de, digámoslo así, desencantamiento.
Citas para recordar:
Veamos, ambas partes son lo que se consideran novelas epistolares contemporáneas, pues la historia se presenta en base a una serie de e-mails entre dos desconocidos: Emmi y Leo, ambos motivados a escribirse tras el error de la primera, por confundir una dirección electrónica, y debido a que ella buscaba darse de baja en la revista Like, no obstante, el mensaje llega a Leo quien responde que no ha sido la primera en confundirle su cuenta con la de la revista.
Los dos son adultos y Leo recién ha salido de una relación conflictiva, en tanto que Emmi se encuentra "felizmente casada". Gracias a las particularidades de los mensajes de Leo, es como Emmi se siente atraída hacía él y es así que los dos se enfrascan, por largo tiempo, en la correspondencia electrónica, reparando más de una vez en la inquietud de conocerse.
Creo que a pesar de que la estructura de la historia consiste en los mensajes de ambos -sin dar una marca específica en el tiempo-, la interacción escrita resulta incluso hasta poética, pues lo bien perfilados que están los personajes motivan al lector a imaginar sus pensamientos, sus sentimientos y por ende, sus reacciones; convirtiéndonos como lectores en su acompañante más leal, como el vecino más entrometido que se haya conocido jamás.
Contra el viento del norte resulta fresco, fácil de leerse, con un ritmo convulsivo, extasiado, que poco a poco nos hace ser testigos de un amor paulatino, de cómo las letras pueden retratan con realismo las emociones, todo a través de más de doscientas páginas.
Para Cada siete olas, la formula me pareció gastada, aquí jugamos al gato y al ratón con personajes que han perdido su toque, y donde el autor me ha hecho pensar que no les ha sido fiel del todo, parecía que ellos ya no tenían nada que contar, que se ha forzado su relación. Al menos yo, sinceramente anhelaba encontrar ya una solución, de manera que agradecí la culminación, aunque eso en nada favoreció al juicio que formulé durante toda mi lectura.
¿Releería estos libros? Probablemente el primero, se desenvuelve por medio de una premisa sencilla, pero posee una intensidad que asombra, del segundo ya he dicho todo lo que podría decir al respecto.
He hallado dos cosas que une a las dos partes de la historia de Emmi y Leo: obviamente el autor, evidentemente los personajes; pero sin duda, que los títulos y las cubiertas resultan atrayentes. Y creo que es todo lo que podría asemejar ambas entregas, porque tal parece que he leído a un autor diferente para la segunda parte; ¡No, no, no! Lo siento, más bien a un autor terriblemente igual, que lamentablemente no ha podido superarse así mismo.
Aunque en realidad supongo que no ayudó nada que terminando de leer el primero, y por la emoción que me provocó, corrí a refugiarme en las páginas de su continuación, quizá debí esperar más tiempo, aunque también es cierto que confío en mi abstracción más no en mi intuición, pues fui lanzada de aquellas páginas con un golpe de, digámoslo así, desencantamiento.
Citas para recordar:
Veamos, ambas partes son lo que se consideran novelas epistolares contemporáneas, pues la historia se presenta en base a una serie de e-mails entre dos desconocidos: Emmi y Leo, ambos motivados a escribirse tras el error de la primera, por confundir una dirección electrónica, y debido a que ella buscaba darse de baja en la revista Like, no obstante, el mensaje llega a Leo quien responde que no ha sido la primera en confundirle su cuenta con la de la revista.
Los dos son adultos y Leo recién ha salido de una relación conflictiva, en tanto que Emmi se encuentra "felizmente casada". Gracias a las particularidades de los mensajes de Leo, es como Emmi se siente atraída hacía él y es así que los dos se enfrascan, por largo tiempo, en la correspondencia electrónica, reparando más de una vez en la inquietud de conocerse.
Creo que a pesar de que la estructura de la historia consiste en los mensajes de ambos -sin dar una marca específica en el tiempo-, la interacción escrita resulta incluso hasta poética, pues lo bien perfilados que están los personajes motivan al lector a imaginar sus pensamientos, sus sentimientos y por ende, sus reacciones; convirtiéndonos como lectores en su acompañante más leal, como el vecino más entrometido que se haya conocido jamás.
Contra el viento del norte resulta fresco, fácil de leerse, con un ritmo convulsivo, extasiado, que poco a poco nos hace ser testigos de un amor paulatino, de cómo las letras pueden retratan con realismo las emociones, todo a través de más de doscientas páginas.
Mi puntuación:
Para Cada siete olas, la formula me pareció gastada, aquí jugamos al gato y al ratón con personajes que han perdido su toque, y donde el autor me ha hecho pensar que no les ha sido fiel del todo, parecía que ellos ya no tenían nada que contar, que se ha forzado su relación. Al menos yo, sinceramente anhelaba encontrar ya una solución, de manera que agradecí la culminación, aunque eso en nada favoreció al juicio que formulé durante toda mi lectura.
Mi puntuación:
¿Releería estos libros? Probablemente el primero, se desenvuelve por medio de una premisa sencilla, pero posee una intensidad que asombra, del segundo ya he dicho todo lo que podría decir al respecto.