Título original: O Aleph.
Autor: Paulo Coelho.
Sello Editorial: Grijalbo.
Páginas: 280.
Precio: $249.
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Un poco del texto de contraportada: Aleph marca el retorno de Paulo Coelho a sus orígenes. En este viaje a través de Europa, Afríca y Asia en el transiberiano, acompañado por Yao, su traductor y maestro de Aikido, se reencontrará con Hilal, una joven violinista a la que amó 500 años antes. El encuentro da inicio a un viaje místico a través del espacio y el tiempo, del pasado y del presente, en busca del amor y el perdón. La fuerte conexión entre ambos, abre las ventanas de sus almas y las puertas del Aleph, un punto que contiene a todo el universo.
Mi opinión: Aleph es una novela auto-biográfica de profundización sobre la espiritualidad humana, que mediante una narración en primera y segunda persona -siendo la primera la fortaleza de esta entrega-, pone voz a múltiples inquietudes filosóficas, transmitiendo desde una especie de desesperación, por no haber encontrado un camino claro en el destino, hasta la gran satisfacción de verse rodeado por las cosas más simples y pequeñas de la vida.
Del autor, sólo he leído El alquimista y la presente obra, y si hay algo que me ha gustado de sus letras, es que tiene una manera muy sutil de abordar la religión.
Yo al menos, no comparto su ideología, pero eso es lo interesante de la literatura y cualquier otro viaje a emprender; sí, conocer otras realidades, otras tradiciones y por supuesto, otras mentalidades, como por ejemplo: En Aleph conocí un poco más de Italia, de China y de Rusia, cosas que nunca hubiera imaginado y que para mí, un libro debe dejar implícito, más allá de un “aprende esto", entonces, Aleph lo logra.
Aclaro que los datos históricos que contiene esta novela, están muy bien dosificados a lo largo de su pequeña extensión, incluso, el lector puede ansiar que lleguen esos episodios y que nos envuelvan en la magia del pasado. Al principio cuesta sumergirse en la realidad de la trama, pues se presentan grandes indicios de los ideales del personaje principal, en este caso el autor, que mantiene una vida “normal”, así entre comillas, pero con un ritmo ajetreado que lo ha lanzado a la rutina.
Cita para recordar:
La novela es un viaje para reencontrarse, lleno de un éxtasis que pone en manifiesto, la esencia del alma aventurera poseída por el escritor. Como decía, lo más exquisito de esta obra, es que la historia no aboga por un credo, da la opción de elegir, pues todos lo sabemos, las letras de Paulo Coelho están dedicadas a la superación, sin embargo, qué mejor que encontrar dicha superación en una historia llena de riqueza simbólica, a un manual escrito por quien nunca nos ha conocido y quizá nunca nos conocerá, bueno esa es mi opinión.
A este punto, puedo decir que Coelho es un escritor que se documenta muy bien, en tanto que Aleph está lleno de analogías que fungen como los detalles más fulgurantes del libro, y si están pensando que detallaré que rayos es el Aleph, están muy equivocados, es una búsqueda personal, que si se animan, ustedes también podrán experimentar.
Por otra parte, se ha hablado mucho de si tiene semejanza con el trabajo de Borges y no me queda más que decir que ¡por supuesto! esas son las raíces de este extenso bambú. Concluyendo así, Aleph es una lectura obligada e indispensable para los seguidores de Coelho, mientras que para los que no lo somos, es una lectura amena y gratamente interesante. Mención aparte, a la maravillosa edición con solapas, la portada sencilla y expresiva tiene unos relieves muy favorecedores en sus letras.
Del autor, sólo he leído El alquimista y la presente obra, y si hay algo que me ha gustado de sus letras, es que tiene una manera muy sutil de abordar la religión.
Yo al menos, no comparto su ideología, pero eso es lo interesante de la literatura y cualquier otro viaje a emprender; sí, conocer otras realidades, otras tradiciones y por supuesto, otras mentalidades, como por ejemplo: En Aleph conocí un poco más de Italia, de China y de Rusia, cosas que nunca hubiera imaginado y que para mí, un libro debe dejar implícito, más allá de un “aprende esto", entonces, Aleph lo logra.
Aclaro que los datos históricos que contiene esta novela, están muy bien dosificados a lo largo de su pequeña extensión, incluso, el lector puede ansiar que lleguen esos episodios y que nos envuelvan en la magia del pasado. Al principio cuesta sumergirse en la realidad de la trama, pues se presentan grandes indicios de los ideales del personaje principal, en este caso el autor, que mantiene una vida “normal”, así entre comillas, pero con un ritmo ajetreado que lo ha lanzado a la rutina.
Cita para recordar:
La novela es un viaje para reencontrarse, lleno de un éxtasis que pone en manifiesto, la esencia del alma aventurera poseída por el escritor. Como decía, lo más exquisito de esta obra, es que la historia no aboga por un credo, da la opción de elegir, pues todos lo sabemos, las letras de Paulo Coelho están dedicadas a la superación, sin embargo, qué mejor que encontrar dicha superación en una historia llena de riqueza simbólica, a un manual escrito por quien nunca nos ha conocido y quizá nunca nos conocerá, bueno esa es mi opinión.
A este punto, puedo decir que Coelho es un escritor que se documenta muy bien, en tanto que Aleph está lleno de analogías que fungen como los detalles más fulgurantes del libro, y si están pensando que detallaré que rayos es el Aleph, están muy equivocados, es una búsqueda personal, que si se animan, ustedes también podrán experimentar.
Por otra parte, se ha hablado mucho de si tiene semejanza con el trabajo de Borges y no me queda más que decir que ¡por supuesto! esas son las raíces de este extenso bambú. Concluyendo así, Aleph es una lectura obligada e indispensable para los seguidores de Coelho, mientras que para los que no lo somos, es una lectura amena y gratamente interesante. Mención aparte, a la maravillosa edición con solapas, la portada sencilla y expresiva tiene unos relieves muy favorecedores en sus letras.
Mi puntuación:
Primer capítulo.
Web del autor.
Gracias a RandomHouseMondadori por el ejemplar.