Título original: Ghostgirl. Day of the Dead
Autor: Tonya Hurley.
Género: Fantasía.
Edición: 2013.
Páginas: 266.
Precio: $249.
Sinopsis: Y Scarlet y Damen tendrán que decidir si desean cambiar el Halloween por el Día de Muertos. Quizá así Scarlet logre reunirse con su mejor amiga… Pero convocar a los muertos puede tener resultados inesperados. Esta nueva aventura de Charlotte y de sus amigos, traerá a nuestra adorable “chica fantasma” a México durante el festejo del Día de Muertos.
Mi opinión: No había leído nada de esta saga, y mucho menos de Tonya Hurley, así que esta lectura llego en el momento indicado.
Con dieciocho capítulos y un epílogo, Ghostgirl. Día de Muertos es un libro contado en tercera persona, con un narrador omnisciente que destaca por el desarrollo de sus diálogos. La edición -cabe mencionar-, si bien tiene algunos “errores de dedo”, está muy cuidada a nivel gráfico, porque cada inicio de capítulo tiene la misma presentación: un dibujo diferente de la silueta de Charlotte y un epígrafe de otros autores digno de ser citado, y justo detrás, un pequeño escrito de la autora a propósito del capítulo.

Del lado de los vivos tenemos como personajes principales a Scarlet, su novio Damen y su amigo Matías, quienes se ven envueltos en un lío amoroso (o al menos en el imaginario de Damen) gracias a la intervención de la hermana malvada de Scarlet: Petula, y a sus secuaces Wendy A. y Wendy T., “Las Wendys”.
Del lado de los muertos tenemos a Charlotte (aquella chica de la primera entrega de Ghostgirl que murió asfixiándose con un osito de goma), a su novio Eric que no comprende por qué ella sigue sintiéndose atraída por el mundo de los vivos, a Pam que es aliada de ambos y a Prue que es la mala de “este lado”.

Sin duda, los lectores (junto con Scarlet y Charlotte), explorarán otros terrenos del mundo de la vida y de la muerte y, a través del ingenio y la agilidad de los diálogos, se encontrará con una novela de lenguaje fluido, que, por su familiaridad, resulta de una sensibilidad inusual para la juventud.
Cita para recordar:
Sólo porque tu corazón se detiene, no significa que se apaga. Sí. La vida quizá no puede continuar, pero el amor sí.
Mi puntuación:
Gracias a Alfaguara por el ejemplar para reseña.